Hoy en día, la industria minera, sigue siendo bastante machista. Pero un machismo que hay que puntualizar, ya que si, durante siglos, las mujeres e incluso los niños han trabajado haciendo las tareas más ingratas del sector, su papel dice mucho de ser igualitario a la hora de reconocer su valía en puestos técnicos y directivos.
Aunque las compañías mineras hacen esfuerzos en incorporar más mujeres cualificadas, falta mucho por avanzar y habría que sensibilizar a las escuelas, institutos técnicos y universidades, y organismos públicos para trabajar en una ley de incorporación de mujeres en la minería.
Las instituciones y empresas mineras reconoces que la presencia de mujeres tiene efectos positivos para la organización en términos de resultados, de rentabilidad y de innovación. Pero no solo se trata de incorporar mujeres a la industria, sino de asegurar que hay un cambio cultural que permita que las mujeres trabajen tranquilas, se sientan cómodas y puedan permanecer en ella ya que el 98% de las mujeres que trabajan en el sector, de entre 25 y 35 años dice haber sufrido algún grado de acoso sexual.
En el marco de trabajo que está realizando la Mesa Mujer y Minería, iniciativa que buscar impulsar la incorporación femenina a la industria minera y lograr una mayor igualdad de género en la industria, los subsecretarios de Trabajo y Minería, María José Abud y Edgar Blanco, respectivamente, encabezaron el “Taller posiciones masculinizadas”, que permitirá a las empresas identificar las ocupaciones que tradicionalmente han sido ocupadas por hombres.
En la oportunidad, el subsecretario de Minería, Edgar Blanco, sostuvo que “dentro de los desafíos que nos hemos impuesto es ir aumentando la participación de mujeres en nuestra industria y, sobre todo, en aquellos cargos que han sido históricamente pensados para hombres, en una industria que, en sí misma, es masculinizada como la minería”.
En el ámbito laboral, la participación femenina en el país en la industria minera está entre un 8 y un 9%, a diferencia de Canadá o Australia que rondan sobre el 19,6 y 13,2% respectivamente.
Tras siglos de utilizar a las mujeres como auténticas mulas de carga a partir de 1996 por ley, las mujeres no han podido entrar a las minas subterráneas. En los últimos años, las empresas vinculadas a la minería han desarrollado un conjunto de estrategias para responder adecuadamente a las demandas sociales, con el objetivo de alcanzar un desarrollo sostenible, la incorporación y permanencia de la mujer en la minería.
La Asociación Mujeres en la Minería Industrial de España (WIM España), compuesta por mujeres multidisciplinares unidas entre sí por la minería, la industria y la igualdad declara que “hay que promocionar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en estos sectores fomentando el empleo, la permanencia, y el progreso de las mujeres en la minería en particular y en la industria en general”. “Impulsamos -prosiguen – la erradicación de la brecha salarial y los techos de cristal, fomentamos el trabajar con la educación desde la igualdad, ayudar a las empresas a conseguir la inclusión real y a reconocer el liderazgo en este ámbito”.
Volver a la mina, no puedes ser volver al pasado sino permitir que tanto trabajadoras de a minería de base como técnicas cualificadas puedan desarrollar su trabajo con plenos derechos de consideración y paridad.