Hace unas semanas comenzamos nuestro serial de publicaciones sobre los elementos de la tabla periódica que han sido descubiertos por investigadores de nuestro país conociendo la historia del platino. En el post de hoy profundizaremos sobre el wolframio, un material estratégico muy codiciado en la Segunda Guerra Mundial y utilizado por los nazis para reforzar sus tanques. Este metal fue hallado en Bergara (Gipuzkoa) por dos hermanos logroñeses hace casi 250 años.
El wolframio (W) es un elemento químico de número atómico 74 y que forma parte del grupo de los metales de transición de la tabla periódica, al igual que el platino. Se trata de un metal escaso en la corteza terrestre y que se encuentra en determinados minerales en forma de óxidos o sales. Tiene un color gris acerado, duro y denso y fue descubierto por Fausto y Juan José Elhuyar tras los estudios previos de químicos y mineralogistas europeos.
En 1783, los hermanos Elhuyar encontraron un ácido a partir de la wolframita que era idéntico al ácido túngstico. Juan José trajo el mineral de su viaje por las minas y universidades europeas, donde se estuvo formando con los químicos y geólogos más prestigiosos de Francia, Alemania y Suecia.
A su vuelta al País Vasco, lograron aislar juntos el nuevo elemento mediante una reducción con carbón vegetalen un laboratorio del Real Seminario de Bergara. Posteriormente publicaron “Análisis químico del wolfram y examen de un nuevo metal que entra en su composición”, una memoria con la que describieron este descubrimiento.
El wolframio es un elemento frágil, pero que en estado puro se puede trabajar con facilidad, ya sea por forjado, trefilado, extrusión y sintetización. Este material se caracteriza por su gran fuerza y su resistencia calórica y química, puesto que no es fácilmente atacable por los ácidos. Asimismo, destaca entre el resto de metales en forma pura por su resistencia a tracción.
Debido a su uso para blindar la punta de los proyectiles antitanque, la adquisición del material fue indispensable para la Alemania nazi, que lo adquiría principalmente en España por las grandes reservas existentes en Galicia. De hecho, este abastecimiento fue tan importante para ellos que provocó una seria crisis diplomática con las potencias aliadas.
Actualmente, su uso es importante en aleaciones de acero resistentes, para fabricar herramientas de corte, la fabricación de bujías, para las puntas de los bolígrafos o para la preparación de barnices y mordientes de tintorería. También se aplica en joyería para realizar brazaletes, anillos y relojes.
En el Estado español podemos localizar minerales de wolframio en comunidades autónomas como Castilla y León, Galicia, Extremadura o Andalucía. Por su parte, a nivel internacional, los países con mayor riqueza del elemento son China, Bolivia, Portugal, Rusia, Corea del Sur, Perú y Estados Unidos.
La tabla periódica de elementos es un ordenamiento que muchas personas han visto e incluso estudiado desde su adolescencia, pero pocos se habrán parado a pensar de dónde proceden sus componentes. Tres de ellos fueron descubiertos por españoles e iremos analizándolos cronológicamente en nuestros próximos posts, comenzando hoy por el platino.
El platino (Pt) es un elemento químico de número atómico 78 y que forma parte del grupo de los metales de transición de la tabla periódica. Tiene un color blanco grisáceo en estado puro, es maleable y dúctil y se puede encontrar habitualmente en minas de rocas ígneas. Fue el primer elemento de la tabla descubierto por un investigador español, Antonio de Ulloa, cuando formó parte de una expedición a Ecuador en 1735 junto al científico alicantino Jorge Juan.
Diez años después trajo este material por primera vez a Europa y comenzó a experimentar con él en el Gabinete de Historia Natural de Madrid –el actual Museo Nacional de Ciencias Naturales– mientras realizaba trabajos científicos sobre dicho viaje. Ulloa lo nombró platino debido a su parecido con la plata a simple vista, elemento con el que lo confundieron en un principio.
No obstante, fue en 1751 cuando se reconocido como elemento químico tras lograr fundirlo con éxito. En los años posteriores, otros científicos siguieron investigando su maleabilidad y su pureza, procesos que establecieron la base de la metalurgia moderna del platino.
Este metalse distingue delos otros de su grupo por su dureza, su alta temperatura de fusión y su resistencia a la corrosión y las reacciones químicas, cualidades que lo han convertido en un elemento indispensable para fabricar productos. Las empresas de producción industrial estiman que forma parte de un 20% de los objetos elaborados, especialmente en sectores como la joyería, automoción, la química, la medicina o la electrónica, entre otros.
Las reservas de platino más grandes del mundo se encuentran en Sudáfrica y abarcan más del 70% de la producción global, por lo que se ha convertido también en su principal exportador. Otros países como Rusia, Canadá, Zimbabwe o Estados Unidos también destacan, aunque en menor medida, por sus provisiones del elemento.
En nuestros próximos posts trataremos de la misma manera la historia del wolframio y el vanadio, los otros dos elementos de la tabla descubiertos por investigadores nacidos en nuestro país.
Fuente: TheConversation, Oroinformación