El proceso de esclarecimiento de la muerte del pequeño Julen en Totalán y la divulgación de la existencia de más de un millón de pozos ilegales en España ha puesto en entredicho la seguridad en las perforaciones, tanto para el ciudadano como para el técnico en minería.
El Estado español cuenta con más de un millón de pozos ilegales como refleja una encuesta realizada en 2017 por el Ministerio de Medioambiente, pero tal y como denuncian las organizaciones ecologistas y Greenpeace esa cifra dista mucho de ser real. Tiene que ocurrir una desgracia como la de Julen en Totalán para que salga nuevamente a la luz un problema que se cobra cada año nuevas víctimas y aboca al país a la sequía.