Jorge Sanz, presidente de la comisión de expertos para la transición energética, presentó el pasado 6 julio en Oviedo las conclusiones del Informe de la Estrategia Española para la Transición Energética que elevará a la Unión Europea como Plan Nacional Integrado de Energía y Clima antes de fin de año. El futuro plan incluirá entre sus objetivos 2021-2030 las metas y contribuciones para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, energías renovables, eficiencia energética, seguridad energética, mercado interior de la energía e innovación.
Sanz señaló que “en el proceso de descarbonización y cierre de centrales deberán ponerse en marcha los mecanismos necesarios para que los trabajadores y las zonas afectadas no sean los que paguen las consecuencias, por lo que deberá primar la sensibilidad y poner los medios económicos pertinentes de ayudas al desempleo y la reconversión”.
Por su parte Juan José Fernández Díaz, decano del Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste, declaró que: “para los ingenieros de minas es absolutamente prioritario mantener el mix energético existente y que las centrales de carbón deben continuar en funcionamiento. Hay que contar, puntualizó, con todas las tecnologías de generación eléctrica, con sus ventajas y sus inconvenientes, para aprovechar la gran diversificación de España, garantizando el suministro y la calidad a los puntos de consumo a precios competitivos”.
Las intervenciones del decano mostraron una firme apuesta por todas las tecnologías -incluido el carbón- y un claro compromiso con el medioambiente y con que el precio de la electricidad haga competitivas nuestras industrias..
En cuanto al tema ambiental, clave para la transición energética, los ingenieros de minas afirmaron que la garantía venía de la mano de una completa normativa de obligado cumplimiento con exhaustiva vigilancia, “el cierre de centrales de carbón deberá desarrollarse de manera paulatina acompasada a la implementación de las tecnologías de almacenamiento que permitan un mayor grado de penetración de las renovables”.
Fernández Díaz finalizó su intervención pidiendo un pacto de estado por la energía en el que todas las fuerzas políticas entendieran que la transición energética suponía un reto y una oportunidad para desarrollar una economía baja en carbono que contribuyera a la lucha contra el cambio climático y a la vez que dotara a su industria de un marco de suministro eléctrico competitivo, estable y predecible.