La Unión Europea busca minerales esenciales dentro de su territorio para asegurarse la autonomía energética reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y países productores como Rusia. Las materias primas críticas se usan en la fabricación de baterías eléctricas y microchips, producidos en países terceros que los venden a China. Revertir esta tendencia, puede provocar en una explosión minera en España, rica en muchos de ellos, pero requiere adaptar las leyes medioambientales y reducir los trámites necesarios para abrir y explotar una mina en más de una década.