La Unión Europea busca minerales esenciales dentro de su territorio para asegurarse la autonomía energética reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y países productores como Rusia. Las materias primas críticas se usan en la fabricación de baterías eléctricas y microchips, producidos en países terceros que los venden a China. Revertir esta tendencia, puede provocar en una explosión minera en España, rica en muchos de ellos, pero requiere adaptar las leyes medioambientales y reducir los trámites necesarios para abrir y explotar una mina en más de una década.
La nación insular de Nauru invocó el pasado mes de junio una disposición legal para acelerar los trámites de legalización de la minería en aguas internacionales. Esta circunstancia obliga al organismo responsable, el Consejo de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos de la Organización de las Naciones Unidas, a finalizar el procedimiento para mediados de 2023; hasta entonces la explotación del lecho marino se considerará una actividad ilegal.
El equipo empresarial Urbas ha expuesto a la Xunta de Galicia su plan para explotar en el municipio de Muras (Lugo) la que, según estudios de geominería, es la mayor mina de feldespato de España y una de las más grandes de Europa. Los sondeos estiman que las reservas de mineral del yacimiento tienen un valor aproximado de 600 millones de euros en el mercado actual, y que su explotación puede alargarse hasta tres décadas.