La firma alemana Schaeffler ha conseguido disminuir el peso y el tamaño de los motores eléctricos lanzando al mercado un sistema novedoso que se integra en las llantas de las ruedas. Los vehículos que contengan estos motores podrán rendir más consumiendo menos energía, lo que les concederá una mayor autonomía gracias a su relación peso potencia y a las pérdidas de fricción.
Los coches eléctricos son los protagonistas de la revolución de la movilidad sostenible, pero para que se conviertan en una opción viable, todavía deben reducir su coste y mejorar en componentes como motores o baterías con el objetivo de disminuir los periodos de recarga.
Los motores de cubo, basan su eficiencia en su reducido espacio al situarse compartir localización en la rueda, junto a los neumáticos, en lugar del del vehículo o en los ejes motrices como venía siendo habitual. Junto con la mejora de su rendimiento y durabilidad en el mismo espacio incluyen la transmisión y los frenos por fricción.
Esta tecnología será incorporada a vehículos municipales como barredoras, furgonetas o quitanieves reinventando así los sistemas de propulsión que se utilizan en los ligeros vehículos de las ciudades.
Los nuevos motores eléctricos de cubo se han diseñado para su total compatibilidad con coches eléctricos con arquitectura de 48 V, como la que tienen la gasolina y el diésel con tecnología híbrida. En un futuro, la marca alemana prevé desarrollar el mismo sistema para coches eléctricos puros de 400 V y 800 V.
Su objetivo es que acaben sustituyendo a los que se utilizan hoy en día en los coches eléctricos, aunque todavía tengan que superar algunos desafíos como su uso a altas velocidades.