La planta de estabilización de mercurio de Almadén (Ciudad Real) entrará en funcionamiento este próximo verano, tras posponerse su apertura desde la finalización del montaje en 2018. Desde entonces se han estado realizando pruebas para poner en marcha los mecanismos y el director de actividades industriales del proyecto, Javier Carrasco, explica que la demora de los plazos se ha debido a la necesidad de “hacer cambios importantes en los equipos principales”.
Actualmente, la organización se encuentra en un proceso clave para que la planta de estabilización tenga un rendimiento óptimo y las máximas garantías de seguridad ambiental y laboral. Se trata de “una iniciativa novedosa, por lo que es mucho más importante que funcione bien y sin problemas que ir rápido”, defiende Carrasco, e impulsará la creación de empleo con 15 nuevos puestos de trabajo.
Este plan cuenta con una financiación de tres millones de euros, concedidos al completo por la Sociedad Estatal de Participantes Industriales (SEPI), y la planta tratará 320 toneladas anuales de mercurio metálico. Está diseñada para eliminar este elemento y formar un cemento polimérico como producto final, un material más resistente que el mortero, no produce emisiones a la atmósfera, cuenta con una baja porosidad y es impermeable.
Europa y el Gobierno regional han dado permisos legales para que se almacene este material en las instalaciones hasta 2023, ya que los dos organismos han reconocido las limitaciones de toda la Unión Europea para transformar el residuo de mercurio existente. Asimismo, han justificado la extensión del plazo máximo que la jefatura les había concedido por el retraso de la transformación por “fallos de uno de los reactores”.
La planta está situada en el paraje Las Cuevas, a un kilómetro del centro de Almadén y junto al antiguo almacén comercial para la exportación del mercurio.
Fuente: latribunadeciudadreal.es