Los precios de la luz y el gas suben de forma continua y descontrolada por todo el mundo, y no son pocos los países que han echado mano del carbón para combatir la situación. En España, Endesa ha abastecido la central térmica coruñesa de As Pontes —sede que se vale del carbón para producir energía y cuyo cierre estaba a trámite desde enero de 2019— por si se hiciera necesario reanudar su actividad, como ya ocurrió el pasado invierno en el transcurso de la borrasca Filomena.